Mente y Sueños


(fuente de la foto:internet)

Todos pisamos el suelo. Nos encontramos con personas diferentes. Unos son altos, otros bajitos; unos _casados, otros solteros; unos _ arquitectos, otros _ constructores; unos _ melancólicos, otros _ felices. Pero nosotros igual a todos estos pisamos el mismo suelo, tenemos algo en común.

Tenemos brazos y piernas, la cabeza y el tronco, que son partes distintas…y es lógico pensar que mas allá de las diferencias especificas, de sus funciones y sus cometidos, tienen algo en común, como, por ejemplo, el sistema muscular o, más profundo, el sistema óseo.

Lo mismo ocurre en el caso de nuestra psyche.

Vivimos el estado de vigilia, manifestando cuando nuestra memoria, cuando nuestra inteligencia, cuando nuestra intuición o nuestra lógica; a veces nos gusta estar lucidos y otras veces _ensoñando.

Vivimos el estado de sueño, potentes o impotentes: sueño ligero, sueño con sueños, sueño profundo. Por cierto que todas estas situaciones tienen en común la misma mente, nuestra mente.

Definir la humanidad, definir nuestro cuerpo, definir nuestra mente es una tarea difícil y para facilitarnos a nosotros mismos al menos una definición, hacemos particiones, porque una parte se puede percibir mejor, entender, definir.

Hay personas buenas y malas…, hay corazón y cerebro…, hay modorra y meditación. Es difícil auto definirnos; si, por «un convenio mudo», utilizamos la palabra YO, para indicar nuestra totalidad, pero sin sentir, sin saber realmente que es esta totalidad, esta unidad. (asi, de golpe).

Hacemos un rosario de nuestras vivencias, de definiciones de algunas partes de nosotros…»el rosario del YO», teniendo en secreto que, de hecho, algo de nosotros mismos se ha quedado como un gran misterio.

Muchas veces nos aferramos a nuestras definiciones, intentando imponerlas a nuestra realidad y de los demás. A veces estas definiciones se vuelven más y más frágiles, porque la realidad es más potente. O los demás consiguen imponernos sus definiciones.

Pero ahora mismo quiero fijar un poco el estado de sueño con sueños. Aquí encontramos varias cosas conocidas (cosas de nuestra vida «real», del estado de vigilia), como también cosas extrañas (que pertenecen al mismo estado de sueño o a otra realidad).

Supongamos que estoy soñando una hermosa joven teniendo en sus manos un rubí, un caballo de cabos negros, una flor de jazmín…son cuatro cosas distintas y cada una expresa algo para mi, pero en última instancia, tienen la misma base_ pertenecen a mi sueño, igual que el sueño pertenece a mi energía mental…por tener este algo en común, pueden transformarse de una en otra…la joven puede transformarse en la flor, el caballo en la piedra et c. Siendo diferentes, asi como percibo en el estado de vigilia, puedo pensar que tienen orígenes diferentes (y tengo razón) y que, igualmente, tienen una sola origen (y tengo razón).

Cuando estas cuatro cosas les veo como de orígenes diferentes, entiendo su significado particular. La joven puede significar una paz nueva, llena de esperanza calma…el rubí _una pasión concentrada…la flor_ una apertura hacia lo esencial…el caballo_ una fuerza portadora muy dinámica. Esta interpretación puedo hacerla sea directamente durante el sueño (y seré más cerca de la verdad) o después de despertarme (y seré mas lejos de la verdad).

Cuando estas cuatro cosas les veo como surgiendo de la misma fuente, mi mente, puedo confirmar que el sueño me pertenece, es tan mío como mi cuerpo. Por eso al despertarme no diré que tuve cuatro sueños diferentes, cada uno con su personaje, sino un solo sueño.

Mi teoría es que las cosas diferentes que noto en los sueños, excepto que indican que indican, me muestran también a qué nivel de profundidad he caído involuntariamente o he penetrado a modo voluntario.

Si se trata de una persona, el nivel no es muy profundo, porque es habitual encontrarme con personas en el estado de vigilia; es más profundo si se trata de un animal y mas, si se trata de una flor; mucho más en el caso de una piedra.(La idea es que más primitiva, más simple la forma soñada, más profundo es el nivel mental donde he llegado).

Y muchísimo más si es el caso de algo totalmente desconocido; si es un ser compuesto, como una quimera, es un nivel intermedio, donde se cruzan limites de varios niveles. (Aquí importa también si la forma soñada es una cosa natural, una cueva, o un artefacto, una casa; el artefacto me indica que estoy más cerca de la vigilia que del sueño.)

Lo dicho es un caso ideal, considerando que soy una persona ordinaria, que habitualmente vive más entre los suyos y pocas veces entra en el contacto con otros tres reinos.

Pero suponiendo que no soy tal persona, y que en vigilia me siento más en comunión con los arboles y los animales que con la gente, entonces un árbol soñado indicara un nivel superficial de mi mente y una persona_ un nivel mucho más profundo.

Ahora: cada nivel tiene, digamos, su lenguaje, pero un idioma común. En la vida diaria, una enfermera utilizara un cierto vocabulario y un cura_ otro vocabulario; ella hablara de síntomas y tratamiento farmacéutico, el hablara de Dios y resurrección, pero ambos utilizaran el mismo idioma, el castellano. Lo mismo ocurre con la joven, el caballo, la flor, la piedra.»Hablaran» a su modo, dándome mensajes específicos desde el nivel de donde provienen, pero también «dirán» la misma cosa, porque pertenecen al mismo sueño, surgen de mi única mente.

Por cierto que estos personajes interactúan y «yo» me quedo como un espectador o, implicándome más, me «transformo» en un personaje activo del sueño. Esto indica la intensidad entre mi voluntad (=»he entrado en el sueño») y mi falta de voluntad (=»me ha entrado el sueño»).

Interactuando, los cuatro personajes «hacen una traducción» del lenguaje de los demás tres. Esto se debe a la tendencia que uno de ellos intenta acaparar el significado de otros, esto se debe al hecho que, finalmente, todas intentan volver a su fuente común, el continuo de la mente. Tanto esta interacción, como también más o menos implicada mi presencia, cosas que pueden ser placenteras o pesadas, son dos de los motivos porque tengo un sueño agradable o una pesadilla.

La traducción puede llegar tan lejos, que uno de los personajes es absorbido por otro, desapareciendo como forma definida (digamos, que la flor de jazmín desaparece totalmente) y apareciendo como una forma no definida (por ejemplo, como una mancha de otro color en la frente del caballo).

La traducción puede llegar tan lejos, que los personajes cuatro se disuelven uno en otro, se identifican con uno solo y este desaparece en mi constante mental, yo entrando asi en el sueño profundo, sin imágenes.

Cuando me despierto después de una traducción incompleta, obtengo significados del sueño; si mi despertar es después de la disolución total de los personajes, en mi continuo mental existen todavía huellas que provocan en mi estados de animo…no definidos…puedo, por ejemplo, sentirme enérgico igual que un caballo, pero sin recordar que he visto en mi sueño un caballo.

Una extensión del dicho proceso es como traduzco yo, como interpreto yo los mensajes del sueño. Como persona ordinaria, que ve separación entre el mundo real y el mundo soñado, mi traducción humana será más equivocada. (Por ejemplo, en «Perdidos en la tribu», tanto tiempo que hay una discontinuidad entre lo civilizado y lo primitivo, nadie entiende exactamente que dice el otro hasta no emplean el idioma común humana _por ej.la sonrisa, el abrazo _y nadie tiene claro un mensaje si no hay un intérprete.)

Asi que, lo que obtengo yo en estado de vigilia, rememorando el sueño, es un significado aproximativo, parecido con…, pero incorrecto, sea que tengo en mi mente claro los personajes soñados, sea que tengo solo los estados de ánimo.

Por cierto que existe una graduación en la verdad de mi traducción: si en vigilia estoy más cerca intelectualmente, afectivamente de las piedras preciosas que de los animales, entenderé mejor lo que ha tenido que decirme el rubí.

Suponiendo ahora que mantengo un límite muy fino, muy transparente, entre vigilia y sueño, que no me importa si estoy viendo una persona real o un personaje soñado, que puedo pasar con ligereza de un dominio a otro _son cualidades que me hacen capaz de entender mi sueño, con su significado verdadero. Y no solo esto: los personajes «soñados» pueden viajar con facilidad en mi mundo de vigilia, hablándome en mi idioma humana, sin la interpretación /la traducción de un libro de sueños.