Cortas palabras,largo cuento


Últimamente me acerque a un lenguaje abstracto, casi-matemático, aquel que se utiliza para hacer páginas web. Si vosotros pulsáis en la parte arriba izquierda VER y después en Código fuente de la pagina, podrán ver lo que escriben los programadores web cuando hacen para nosotros una página web. Por cierto, hay lenguajes más complicados en descifrar que esto código.

Pensad ahora que el tan simple de manejar móvil que tenemos tiene como código una escritura semejante a un idioma no extranjero, sino directamente marciano.

Yo tengo un modo de pensar mas pintural-literario y la consecuencia es que, a un modo natural, “no puedo” ver encanto en una cadena de cifras-letras “sin sentido”. Por otra parte, a lo largo de mi vida, siempre he estado atraído por el misterio y siempre he estado como pegado a un imán por algo misterioso, pero con sentido. De modo alguno, casi nunca me importo lo que desconocía, tanto tiempo que tenía una dirección; y casi nunca me importo la ausencia de una dirección, tanto tiempo que era algo escondido. Por cierto, me parece mejor tener ambas a la vez, pero si no es asi, doy mi testimonio que la una descubre a otra.

Esta vez mi misterio ha sido el lenguaje html. Quería saber cómo se hace una página web, pero sentía que esta razón no era suficiente para seguir aprendiendo. Sobre el fondo de mi práctica insistente, pero con muchos deslices, una mañana recordé del archiconocido Libro del Génesis. De pronto tuve la revelación que tenia, como en Génesis, la palabra creadora, la palabra que se vuelve carne, sangre, huesos, la palabra que produce algo muy tangible y que no se puede negar.

Esta es la hermosura del lenguaje HTML…escribes palabras y la consecuencia es que produces cosas. Es exactamente como en el Libro de la Vida: el Dios escribe palabras y estas se transforman en nuestros brazos, en nuestras acciones. Seguramente que el Dios no escribe mucho.¿¡ Se imagina ustedes que Dios escribe cuentos, “telenovelas” sin fin para cada cosa y cada ser que a creado?! Pues, no! El escribe unos cuantos signos muy cabalísticos, unas cuantas cifras y el mundo surge a sus pies con infinitos detalles. Su alfabeto _Alfa y Omega_ y su lenguaje _el Logos_ son muy simples, pero eficaces.

El lenguaje que utiliza un autor _por ejemplo, “la madre” de Harry Potter _no produce el objeto “libro” sino una historia, un cuento. Señora Rowling no ha escrito libros, sino cuentos. Con diferencia, el lenguaje html, puede producir objetos.

La otra cosa hermosa de este lenguaje es que produce objetos virtuales, que existen y no existen a la vez. Un programa (Word 2007), una página web (http://office.microsoft.com/es-es/),un buscador (Bing) no existen hasta no pulsamos, pero después de abrirlas, existen. A este nivel, si, el muy abstracto lenguaje de programación se encuentra con el muy elaborado y detallista lenguaje de las novelas. Lo poco y lo mucho se tocan. Por esto, tanto tiempo que no abrimos un libro, el cuento está metido en su propio sueño, y cuando nuestra vista corre a lo largo de las palabras, el cuento existe.

Revelándome a mí mismo esta dirección _ que HTML es creador de objetos_ lo misterioso se volvió más luminoso: empecé a practicarlo con sentido, entenderlo, haciéndolo mi intimidad.

Mente y Sueños


(fuente de la foto:internet)

Todos pisamos el suelo. Nos encontramos con personas diferentes. Unos son altos, otros bajitos; unos _casados, otros solteros; unos _ arquitectos, otros _ constructores; unos _ melancólicos, otros _ felices. Pero nosotros igual a todos estos pisamos el mismo suelo, tenemos algo en común.

Tenemos brazos y piernas, la cabeza y el tronco, que son partes distintas…y es lógico pensar que mas allá de las diferencias especificas, de sus funciones y sus cometidos, tienen algo en común, como, por ejemplo, el sistema muscular o, más profundo, el sistema óseo.

Lo mismo ocurre en el caso de nuestra psyche.

Vivimos el estado de vigilia, manifestando cuando nuestra memoria, cuando nuestra inteligencia, cuando nuestra intuición o nuestra lógica; a veces nos gusta estar lucidos y otras veces _ensoñando.

Vivimos el estado de sueño, potentes o impotentes: sueño ligero, sueño con sueños, sueño profundo. Por cierto que todas estas situaciones tienen en común la misma mente, nuestra mente.

Definir la humanidad, definir nuestro cuerpo, definir nuestra mente es una tarea difícil y para facilitarnos a nosotros mismos al menos una definición, hacemos particiones, porque una parte se puede percibir mejor, entender, definir.

Hay personas buenas y malas…, hay corazón y cerebro…, hay modorra y meditación. Es difícil auto definirnos; si, por «un convenio mudo», utilizamos la palabra YO, para indicar nuestra totalidad, pero sin sentir, sin saber realmente que es esta totalidad, esta unidad. (asi, de golpe).

Hacemos un rosario de nuestras vivencias, de definiciones de algunas partes de nosotros…»el rosario del YO», teniendo en secreto que, de hecho, algo de nosotros mismos se ha quedado como un gran misterio.

Muchas veces nos aferramos a nuestras definiciones, intentando imponerlas a nuestra realidad y de los demás. A veces estas definiciones se vuelven más y más frágiles, porque la realidad es más potente. O los demás consiguen imponernos sus definiciones.

Pero ahora mismo quiero fijar un poco el estado de sueño con sueños. Aquí encontramos varias cosas conocidas (cosas de nuestra vida «real», del estado de vigilia), como también cosas extrañas (que pertenecen al mismo estado de sueño o a otra realidad).

Supongamos que estoy soñando una hermosa joven teniendo en sus manos un rubí, un caballo de cabos negros, una flor de jazmín…son cuatro cosas distintas y cada una expresa algo para mi, pero en última instancia, tienen la misma base_ pertenecen a mi sueño, igual que el sueño pertenece a mi energía mental…por tener este algo en común, pueden transformarse de una en otra…la joven puede transformarse en la flor, el caballo en la piedra et c. Siendo diferentes, asi como percibo en el estado de vigilia, puedo pensar que tienen orígenes diferentes (y tengo razón) y que, igualmente, tienen una sola origen (y tengo razón).

Cuando estas cuatro cosas les veo como de orígenes diferentes, entiendo su significado particular. La joven puede significar una paz nueva, llena de esperanza calma…el rubí _una pasión concentrada…la flor_ una apertura hacia lo esencial…el caballo_ una fuerza portadora muy dinámica. Esta interpretación puedo hacerla sea directamente durante el sueño (y seré más cerca de la verdad) o después de despertarme (y seré mas lejos de la verdad).

Cuando estas cuatro cosas les veo como surgiendo de la misma fuente, mi mente, puedo confirmar que el sueño me pertenece, es tan mío como mi cuerpo. Por eso al despertarme no diré que tuve cuatro sueños diferentes, cada uno con su personaje, sino un solo sueño.

Mi teoría es que las cosas diferentes que noto en los sueños, excepto que indican que indican, me muestran también a qué nivel de profundidad he caído involuntariamente o he penetrado a modo voluntario.

Si se trata de una persona, el nivel no es muy profundo, porque es habitual encontrarme con personas en el estado de vigilia; es más profundo si se trata de un animal y mas, si se trata de una flor; mucho más en el caso de una piedra.(La idea es que más primitiva, más simple la forma soñada, más profundo es el nivel mental donde he llegado).

Y muchísimo más si es el caso de algo totalmente desconocido; si es un ser compuesto, como una quimera, es un nivel intermedio, donde se cruzan limites de varios niveles. (Aquí importa también si la forma soñada es una cosa natural, una cueva, o un artefacto, una casa; el artefacto me indica que estoy más cerca de la vigilia que del sueño.)

Lo dicho es un caso ideal, considerando que soy una persona ordinaria, que habitualmente vive más entre los suyos y pocas veces entra en el contacto con otros tres reinos.

Pero suponiendo que no soy tal persona, y que en vigilia me siento más en comunión con los arboles y los animales que con la gente, entonces un árbol soñado indicara un nivel superficial de mi mente y una persona_ un nivel mucho más profundo.

Ahora: cada nivel tiene, digamos, su lenguaje, pero un idioma común. En la vida diaria, una enfermera utilizara un cierto vocabulario y un cura_ otro vocabulario; ella hablara de síntomas y tratamiento farmacéutico, el hablara de Dios y resurrección, pero ambos utilizaran el mismo idioma, el castellano. Lo mismo ocurre con la joven, el caballo, la flor, la piedra.»Hablaran» a su modo, dándome mensajes específicos desde el nivel de donde provienen, pero también «dirán» la misma cosa, porque pertenecen al mismo sueño, surgen de mi única mente.

Por cierto que estos personajes interactúan y «yo» me quedo como un espectador o, implicándome más, me «transformo» en un personaje activo del sueño. Esto indica la intensidad entre mi voluntad (=»he entrado en el sueño») y mi falta de voluntad (=»me ha entrado el sueño»).

Interactuando, los cuatro personajes «hacen una traducción» del lenguaje de los demás tres. Esto se debe a la tendencia que uno de ellos intenta acaparar el significado de otros, esto se debe al hecho que, finalmente, todas intentan volver a su fuente común, el continuo de la mente. Tanto esta interacción, como también más o menos implicada mi presencia, cosas que pueden ser placenteras o pesadas, son dos de los motivos porque tengo un sueño agradable o una pesadilla.

La traducción puede llegar tan lejos, que uno de los personajes es absorbido por otro, desapareciendo como forma definida (digamos, que la flor de jazmín desaparece totalmente) y apareciendo como una forma no definida (por ejemplo, como una mancha de otro color en la frente del caballo).

La traducción puede llegar tan lejos, que los personajes cuatro se disuelven uno en otro, se identifican con uno solo y este desaparece en mi constante mental, yo entrando asi en el sueño profundo, sin imágenes.

Cuando me despierto después de una traducción incompleta, obtengo significados del sueño; si mi despertar es después de la disolución total de los personajes, en mi continuo mental existen todavía huellas que provocan en mi estados de animo…no definidos…puedo, por ejemplo, sentirme enérgico igual que un caballo, pero sin recordar que he visto en mi sueño un caballo.

Una extensión del dicho proceso es como traduzco yo, como interpreto yo los mensajes del sueño. Como persona ordinaria, que ve separación entre el mundo real y el mundo soñado, mi traducción humana será más equivocada. (Por ejemplo, en «Perdidos en la tribu», tanto tiempo que hay una discontinuidad entre lo civilizado y lo primitivo, nadie entiende exactamente que dice el otro hasta no emplean el idioma común humana _por ej.la sonrisa, el abrazo _y nadie tiene claro un mensaje si no hay un intérprete.)

Asi que, lo que obtengo yo en estado de vigilia, rememorando el sueño, es un significado aproximativo, parecido con…, pero incorrecto, sea que tengo en mi mente claro los personajes soñados, sea que tengo solo los estados de ánimo.

Por cierto que existe una graduación en la verdad de mi traducción: si en vigilia estoy más cerca intelectualmente, afectivamente de las piedras preciosas que de los animales, entenderé mejor lo que ha tenido que decirme el rubí.

Suponiendo ahora que mantengo un límite muy fino, muy transparente, entre vigilia y sueño, que no me importa si estoy viendo una persona real o un personaje soñado, que puedo pasar con ligereza de un dominio a otro _son cualidades que me hacen capaz de entender mi sueño, con su significado verdadero. Y no solo esto: los personajes «soñados» pueden viajar con facilidad en mi mundo de vigilia, hablándome en mi idioma humana, sin la interpretación /la traducción de un libro de sueños.

Animalitos y Sueños


Hay un día a la semana que lo espero con alegría, porque trabajo con animalitos. Llegando al mercadillo, abro la puerta del furgón y entro en un mundo tanto como este mundo entra en mi, donde lo tan pesado humano cesa de existir. La mayoría son pequeños, digamos sin padres, pensado que a tan fresca edad deberían estar con sus progenitores. A pesar de esto _altamente trágico_ los pequeños muestran soltura e alegría. (Te puede recordar de los niños que se están jugando después de un cataclismo o una batalla. Siempre me ha gustado que para «los pollitos» una herida, una cicatriz, son instantes en la eternidad, tanto tiempo que los adultos no las cultivan con un empeño lleno de odio.)

Los perritos tienen felices impulsos repetidos y desesperados de conocerme con su lengua; los gatitos buscan arqueados a deslizar a lo largo de mis dedos; los conejitos huelen mis manos con inocente curiosidad y eligen quedarse o apartarse; las tortuguitas se acercan de mis dedos siempre con un interés maduro, dado que yo soy el cachorro; las palomitas guardan una timidez de sangre azul; los hámsters, me miran por sus pestañas sonámbulas y  el bigote multi sensitivo; los pajaritos siempre jugando un juego disperso…

Pero no todos son alegres; los recién llegados, de pronto viendo un mundo demasiado grande, tremolan y muchas veces lloran. Le hablo en voz baja y suave, le acaricio el cuello y las orejas. El acercamiento lo hago gradual, conforme con su melancolía o su tristeza gimoteada. Después pongo a los novatitos con los más antiguos: dentro de un tiempo empezaran a jugarse. Y más tarde, después de una-dos horas le acaricio la barriguita.

La situación de los niñitos no es deseada por mí y tampoco puedo cambiarla. Lo que puedo hacer es poner un poco de dulzura afectiva. Aprendí esto en mi infancia, viviendo entre los animales de mi abuelo, de vacaciones. Una vez me mordió muy profundo un perro (no el nuestro), pero no tengo malos recuerdos; mi abuelo tenía un gallo que «me odiaba» y saltaba picándome, pero tampoco me siento herido ahora; en uno de mis sueños de juventud estuve mordido por una serpiente y hoy estoy agradecido por la miel de su veneno.

Hablo de esto porque de hecho, a un modo natural, vivimos en un mundo violento solo por casualidad. A un modo sintético, humano, si, este mundo parece siempre agrediéndonos, pero nosotros lo mantendremos así e actuamos reaccionando de verdad.

Hablo de esto porque a la tienda vienen a veces padres que no quieren entender a sus propios hijos, hijos que antes de nada, encontrando semejantes del mundo animal, quieren tocarlos.»No toques, que muerde!» es la lema que siempre oigo. Yo, sonriendo, le digo lo contrario o «si, muerde, pero  tan fuerte que puede hacerlo un niño!…así que no hay motivo para asustarse» y le muestro.»Tú cuando eras muy pequeño, llevabas a tu boca los dedos de los padres. ¿Podrías morder tanto para asustarlos?».Mientras el niño o la niña  me mira con desconfianza decreciente, sus padres toman esto como intromisión en la educación que la hacen o como puesta en peligro de sus niñitos. Estoy seguro que los mismos padres olvidan a sus hijos delante de interminables dibujos animados con monstruos que matan gritando, sin pestañear. — «Ven, te he dicho! Tenemos que comprar…!».–«Un poco más!!!» dice el pequeño.–«Te dejo aquí y te van a comer!»…»El caballero (indicándome) se va enfadar contigo».(Yo hago una mueca agradable hacia el niño, para infirmar la supuesta culpa mía).También estoy seguro que cuando serán maduros estos niños serán incompletos: compraran mascotas sin saber cómo cuidarlas o  encontraran justificado matar un torro en la arena.

Pero otra cosa me parece ahora mas importante. Muchos sueños _dado que pertenecen a un estado más profundo y más amplio de la conciencia _son poblados del mundo animal y vegetal. En nuestra infancia, los cuentos o el vivir cerca de la naturaleza nos ayuda conectarnos al sentir de otros seres y simultáneamente mantener una puente viva con nuestro interior desconocido. Probablemente, los sueños bonitos sabemos aceptarlos, pero cuando se trata de pesadillas, siempre les afrontamos con una huida sobresaltada hacia nuestro mundo humano. Monstruos compuestos por monstruos,  gusanos gusaneando devorador, lobos que gruñen mordiendo nuestros entrañas, plantas que enredan nuestro correr…son algunos ejemplos de vivencias indeseables, rechazadas y para siempre desconocidas.

Los animalitos, las plantas de nuestros sueños son representantes de nosotros mismos. Nos dicen en esta forma y con sus modales que necesitamos un contacto con nosotros mismos o un enfrentamiento. Que los problemas presentados a través de ellos-ellas son arraigadas en lo hondo de nuestra alma (y por eso piden una solución urgente)…Si en este contexto actuamos conforme con «No toques, que muerde!»,no solo vamos a cultivar un dolor-sin-razón, pero también nuestro futuro de animales voraces, de una crueldad enloquecida y sin perdón.